En el primer mes, lanzaron Pur, es decir, el lote.

El tiempo del lote

El sorteo tuvo lugar en el mes de Nisán, o alrededor de marzo de nuestro año, y el día fijado por él fue el decimotercer día de Adar, o febrero, un período de casi doce meses intermedios. La paciencia de Amán se vería tristemente probada por este resultado, pero sus temores supersticiosos le impedirían actuar en contra de la decisión de "Pur". Sin embargo, al trazar las profundas líneas de la providencia en toda la narrativa, no podemos evitar ver una sabiduría superior y más benéfica que la del azar.

Si se hubiera decidido un día anterior, es posible que no se le hubiera dado tiempo suficiente a Mardoqueo para usar los medios que hizo para frustrar la conspiración. Si el suspenso de los judíos fue una prueba de su fe y un incentivo para la oración, el intervalo también fue una bendición en la medida en que le dio a Mardoqueo tiempo para actuar deliberadamente en vista del decreto posterior del rey. Sin duda, en este caso, la disposición de la suerte fue del Señor, una disposición muy diferente de la intención de quienes la usaron. Así que la suerte se convierta en manos de quienes creen en sus decisiones el medio para el cumplimiento de los propósitos retributivos de Dios. ( T. McEwan. )

El método ciego de la venganza

La venganza, cuando se convierte en una pasión maestra, es la peor locura.

I. La venganza es ciega en su método. Esto se ilustra en la conducta de Amán. Hizo que se echaran suertes para averiguar el día propicio para el cumplimiento de su propósito.

1. Estaba ciego al hecho de que no hay posibilidad.

2. Estaba ciego al hecho de que el llamado azar podría estar tan fácilmente en su contra como en su contra.

3. Estaba ciego al hecho de que “la suerte se echó en el regazo; pero toda su disposición es del Señor ”.

II. Amán persistió en su propósito vengativo. Qué gloriosa revolución tendría lugar pronto, si los buenos fueran tan persistentes en la búsqueda de propósitos misericordiosos como los malos en proyectos vengativos. Toda mala pasión es perjudicial en su permanencia.

III. La venganza es destructiva en su paciencia. Amán estaba dispuesto a esperar doce meses para que su venganza fuera más marcada. Pero su misma paciencia lo arruinó. El tiempo no está del lado de los camareros vengativos. ( W. Burrows, BA )

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