El discípulo no está por encima de su Maestro.

El maestro y su discípulo

Jeremy Taylor, al exhortar a los afligidos de su época a tener paciencia, muchos de los cuales sufrían por motivos de conciencia por la lealtad a la Iglesia y al rey, les recordó que habían visto a su soberano (el desafortunado Carlos I) encarcelado y ejecutado, y que había soportado sus desgracias con ejemplar entereza. Guatemala, soberano de México, a quien los conquistadores españoles en su cruel codicia torturaron para hacerle mostrar tesoros que creían que había ocultado, soportó todo lo que le infligieron con estoico heroísmo.

Uno de sus seguidores, también sometido a tortura, se quejó de su trato y estuvo dispuesto a ceder, ante lo cual el jefe exclamó con reproche: “Y yo también, ¿estoy sobre un lecho de rosas? “O, como quizás debería traducirse más literalmente,“ ¿Estoy disfrutando del lujo del baño? “Si el ejemplo de paciencia sufrida en un monarca terrenal es tan poderoso, ¿cuánto más cuando nos lo pone el Rey de reyes?

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