Para que vuestra fe no se base en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Ver. 5. Que tu fe, etc. ] Un testimonio humano puede engendrar una fe humana. Las campanas de Aarón eran de oro puro; toda nuestra predicación debe ser a prueba de las Escrituras, o se quemará, y nadie será mejor por ello. Ut drachmam auri sine imagine principis, sic verba hortantis sine autoritate Dei contemnunt homines, dice Lipsius.

En el poder de Dios ] En el evangelio que alberga una certeza en el alma.

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