Tener buena conciencia; para que, habiendo hablado mal de ti, como de malhechores, se avergüencen los que acusan falsamente tu buena conversación en Cristo.

Ver. 16. Tener buena conciencia ] Lo cual no puedes tener si niegas o disimulas la verdad. George Marsh, mártir, al ser examinado ante el conde de Derby, se mantuvo cerca en el punto del sacramento. Pero después de su partida, así escribe: Partí mucho más turbado en mi espíritu que antes, porque no había confesado a Cristo con más denuedo, sino de la manera en que mis adversarios pensaron que debían prevalecer contra mí; por lo que me entristecí mucho, pues hasta ese momento había ido, tanto como estaba en mi interior, para librarme de sus manos, si por algún medio, sin negar abiertamente a Cristo y su palabra, eso podía hacerse. (Hechos y Lunes)

Como de los malhechores ] Malhechores, no mártires.

Pueden avergonzarse de que acusen falsamente ] Esta es una excelente manera de tapar la boca abierta. Oh, estas disculpas reales son muy poderosas. Así abogaron los cristianos primitivos por sí mismos, Non aliunde noscibiles quam de emendatione vitiorum pristinorura, dice Tertuliano (ad Scapulam), conocido de todos los demás por sus vidas reformadas. Así hicieron esos viejos protestantes los valdenses; En moribus sunt compositi et modesti, etc.

, dijo que el inquisidor papista su adversario profeso. Su doctrina, dijo, es nada, pero sus vidas son inocentes. La vida del hombre (dice Erasmo acerca de Lutero) es aprobada por todos los hombres; sus peores adversarios no pueden acusarlo de nada en la práctica. Luis rey de Francia, habiendo recibido ciertas quejas contra los protestantes de Merindol y Chabriers, envió a ciertos a investigar el negocio, y al oír lo que le contaban, hizo un gran juramento de que eran mejores hombres que él o cualquier otro. otro de sus temas. (1513 d.C.)

Que acusen falsamente tu buena conversación ] Debemos comportarnos así, dice Jerónimo, ut nemo de nobis male loqui absque mendacio possit, que ningún hombre pueda hablar mal de nosotros sin una mentira manifiesta. Nec hostes reperiant quod calumnientur.

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