Ni deis lugar al diablo.

Ver. 27. Ni cedan lugar, etc. ] Los espíritus vengativos dejan entrar al diablo en sus corazones; y aunque lo desafían y le escupen, no escupen lo suficiente; porque todavía está en la posada con ellos, como dice el señor Bradford. Como el amo de la fosa a menudo pone dos gallos a pelear juntos, a muerte de ambos, y luego, después de la mutua conquista, cena con los dos cuerpos; así, dice Gregorio, trata al diablo con hombres airados y vengativos.

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