Cinco días después, el sumo sacerdote Ananías descendió con los ancianos, y con un cierto orador llamado Tértulo, delante del gobernador contra Pablo.

Ver. 1. Con cierto orador ] Uno de esos sordida poscinummia (como lo dice Plauto), esos leguleiorum faeces decem drachmariae, como otro estilo estos oradores mercenarios, qui linguas habent venales. Se dice de Nevessan (mejor abogado que hombre honesto) que debería decir, el que no arriesgará su cuerpo nunca será valiente; el que no arriesgará su alma, nunca será rico.

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