Pon tu mano sobre él, recuerda la batalla, no hagas más.

Ver. 8. Pon tu mano sobre él ] Acarícialo, dale palmadas en la espalda, y mira si así puedes vencerlo, ya que por la fuerza no puedes atraparlo y matarlo. O acércate y ofrécele la menor violencia si te atreves, y él pronto te hará arrepentirte; de modo que tendrás poco gozo para halagarlo o para pelear con él, porque él será tu muerte.

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