Sin embargo, los hombres remaron duro para traerla a la tierra; pero no pudieron, porque el mar se movía y se tornaba contra ellos.

Ver. 13. Sin embargo, los hombres remaron ] Heb. cavaron: porque así parecen hacer los que remar con sus remos como con espadas. De ahí que también los poetas latinos digan que los barqueros cortan, aran, surcan las aguas (Virg. Aeneid.), Vastum sulcavimus aequor. Infindunt pariter sulcos. Los Setenta lo interpretan como παρεβιαζοντο, hicieron todo lo posible, con violencia, para llevar el barco a la orilla y salvar a Jonás: y no como esos emperadores sangrientos, Tiberio, Calígula y Claudio, que se deleitaban en el castigo de los infractores, y solía llegar temprano en la mañana al mercado para contemplar sus ejecuciones.

Non nisi coactus, dicho mejor emperador, cuando iba a suscribir una sentencia de muerte; y, Oh, que no pudiera escribir mi propio nombre ( Utinam literas nescirem ), dijo otro en la misma ocasión.

Pero no pudieron ] Ellos lucharon contra la corriente, porque el Señor lo había determinado de otra manera; y Voluntas Dei necessitas rei, ¿ quién ha resistido su voluntad?

Porque el mar se movía y se tornaba contra ellos. ] Como Juan 1:11 . Praesentemque viris intentant omnia mortem.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad