Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase que , para que le prendiesen.

Ver. 57. Había dado un mandamiento ] Tan ilusos eran, y fervientes para ejecutar ese cruel decreto del concilio. Este es el control de nuestra indolencia en las mejores cosas. Qué vergüenza es que trabajen más que los hijos de la luz en un despacho completo de sus obras de las tinieblas, y se esfuercen más por ir al infierno que nosotros por ir al cielo.

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