Entonces los soldados, cuando hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestiduras y le hicieron cuatro partes, a cada soldado una parte; y también su túnica: ahora la túnica estaba sin costura, tejida desde la parte superior por todas partes.

Ver. 23. Tomó sus vestiduras ] Cristo, como Elías, estando ahora para ascender al cielo, voluntariamente soltó sus vestiduras; y más bien para revestirnos de su justicia. Sufamos con gozo por el despojo de nuestros bienes, sabiendo en nosotros mismos (no sólo por los libros o la relación de otros) que tenemos en el cielo una sustancia mejor y más duradera, Hebreos 10:32 .

Pero qué tonto y sabio fue Sir Thomas Moore, quien, al ser llevado a la Torre, un malhechor, y uno de los oficiales exigiendo su prenda superior por una tarifa, es decir, su túnica, dijo que debería tenerla; y le tomó su gorra, diciendo: Era la prenda superior que tenía. Entonces, cuando iba a ser decapitado, le dijo al verdugo: Te ruego que me dejes poner mi barba sobre el bloque, para que no te la cortes. No pensó que era una gloria, a menos que pudiera morir con una burla en la boca. Estos son los magos del mundo.

Ahora el abrigo estaba sin costura ] Christi tunica est unica: los que lo rasgan por cismas, son peores que los soldados rudos. No puede haber mayor pecado cometido, dice Cipriano, que romper la unidad de la Iglesia: sí, aunque uno sufra el martirio, no puede expiar su pecado de discordia con ello. Este, dice Crisóstomo, es un discurso audaz, pero verdadero, de Cipriano. a Y así, es el de Oecolampadius a los luteranos en Suiza; Nuestro error puede ser perdonado, para que Cristo por la fe sea aprehendido, Discordiam, neque si sanguinem fundamus, expiabimus, pero la mancha de nuestra discordia no la podemos lavar con la sangre de nuestro corazón. (Oecol. Ad fratres en Suevia.)

a Inexpiabilis discordiae macula martyrii sanguine ablui et passione purgari non potest. Cypr. de Unit. Eccles. Chrysost. Hom. xi. ad Ephes.

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