Dad, pues, a todos sus tributos: tributo a quien se deba tributo ; costumbre a quien costumbre; miedo a quien temer; honor a quien honor.

Ver. 7. Pagad, pues, a todos sus honorarios ] No dice sus injustas exacciones. Melancthon menciona a un príncipe cruel que, para obtener dinero de sus súbditos, les arrancaba los dientes, primero un diente y luego otro, a menos que le trajeran las sumas de dinero que necesitaba. a

Miedo a quién, etc.] es decir , observancia reverente, mucho más allá de lo que Quinto Fabio Máximo cedió a su hijo cuando se convirtió en cónsul. (Liv. Decad. Iii. Lib. 4.)

un Primo unum dentem evellebat minitans.

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