1-8 Hasta ahora nadie había sido bautizado en la iglesia cristiana, sino los judíos, los samaritanos y los conversos que se habían circuncidado y observado la ley ceremonial; pero ahora los gentiles iban a ser llamados a participar de todos los privilegios del pueblo de Dios, sin convertirse primero en judíos. La religión pura y sin mácula se encuentra a veces donde menos lo esperamos. Dondequiera que el temor de Dios gobierne en el corazón, aparecerá tanto en las obras de caridad como en las de piedad, ninguna de las cuales excusa de la otra. Sin duda, Cornelio tenía verdadera fe en la palabra de Dios, en la medida en que la entendía, aunque todavía no una fe clara en Cristo. Esto fue obra del Espíritu de Dios, por la mediación de Jesús, aun antes de que Cornelio lo conociera, como sucede con todos nosotros cuando, que antes estábamos muertos en el pecado, somos vivificados. Por medio de Cristo también fueron aceptadas sus oraciones y limosnas, que de otro modo habrían sido rechazadas. Sin disputa ni demora, Cornelio obedeció la visión celestial. En los asuntos de nuestras almas, no perdamos tiempo.

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