1-4 Aunque la persecución no debe apartarnos de nuestro trabajo, puede enviarnos a trabajar a otra parte. Dondequiera que el creyente establecido sea conducido, él lleva el conocimiento del evangelio y da a conocer la preciosidad de Cristo en cada lugar. Cuando un simple deseo de hacer el bien influye en el corazón, será imposible excluir a un hombre de todas las oportunidades de utilidad.

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