26-30 La crucifixión era una muerte utilizada sólo entre los romanos; era muy terrible y miserable. Se colocaba una cruz en el suelo, a la que se clavaban las manos y los pies; luego se levantaba y se fijaba en posición vertical, de modo que el peso del cuerpo colgaba de los clavos, hasta que el enfermo moría en la agonía. Cristo respondió así al tipo de la serpiente de bronce levantada en un poste. Cristo sufrió toda la miseria y la vergüenza aquí relatadas, para poder comprar para nosotros la vida eterna, el gozo y la gloria.

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