Somos necios en la cuenta del mundo por amor de Cristo, pero vosotros sois sabios en Cristo. Aunque sois cristianos, os creéis sabios; y habéis encontrado los medios para hacer que el mundo piense así también. Somos débiles: en presencia, en enfermedades, en sufrimientos. Pero sois fuertes, en circunstancias opuestas.

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