Por tanto, hablar a la manera de los hombres. Me entristecí, disgusté, ofendí con esa generación y dije: Siempre yerran en su corazón. Son desviados por su obstinada voluntad y viles afectos. Y - Por esta razón, porque la maldad ha cegado su entendimiento. No conocieron mis caminos, por los cuales los hubiera guiado como a un rebaño. En mi descanso - En la tierra prometida.

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