Del Líbano, el Líbano tenía rocas, y también valles fructíferos; la nieve cayó sobre estas rocas, y sobre un deshielo corrió hacia los lugares más bajos. La razón enseña a los hombres a no abandonar un bien mayor por uno menor, aunque ese bien mayor no era más que un pobre consuelo para la criatura, que no se puede comparar con Dios.

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