Vino y habitó en Nazaret, (donde había vivido antes de ir a Belén) un lugar despreciable para un proverbio. De modo que por la presente se cumplió lo dicho en efecto por varios de los profetas, (aunque ninguno de ellos en palabras expresas), será llamado Nazareno, es decir, será despreciado y rechazado, será una marca de desprecio y reproche públicos.

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