Hablo a la manera de los hombres - Por eso es necesario que la Escritura se rebaje al lenguaje de los hombres. A causa de la debilidad de su carne - La lentitud de entendimiento fluye de la debilidad de la carne, es decir, de la naturaleza humana. Así como habéis presentado vuestros miembros siervos a la inmundicia y la iniquidad a la iniquidad, así ahora presentas a tus miembros siervos de la justicia a la santidad: la iniquidad (de la cual la inmundicia es una parte eminente) se opone aquí a la justicia; ya la iniquidad es lo opuesto a la santidad.

La justicia aquí es una conformidad con la voluntad divina; santidad, a toda la naturaleza divina. Observe, los que son siervos de la justicia van a la santidad; pero los que son esclavos de la iniquidad no van más lejos. La justicia es servicio, porque vivimos según la voluntad de otro; sino libertad, a causa de nuestra inclinación y deleite en ella.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad