Pastor de Hermas Mandamiento Tercero

¿Cómo, pues, puedo vivir si he obrado así? Y él me dijo: Tus sentimientos son a la verdad rectos y sanos, porque como siervo de Dios debías haber andado en la verdad, y no haber unido una mala conciencia al espíritu de la verdad, ni haber causado tristeza a el Espíritu santo y verdadero"[5].

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Antiguo Testamento