Pseudo-Gregory Taumaturgus Segunda homilía

Porque, descubriendo su propia bajeza, y el hambre que los apremiaba por el conocimiento de Dios, imploraban la palabra divina, aunque fuera por migajas de la misma, como la mujer de Canaán;[36]

Comentario de Orígenes sobre Mateo Libro XI

Solamente el que es afrentado como a un perro y sin embargo no se indigna de ser llamado indigno del pan de los hijos y con toda paciencia repite el dicho de aquella mujer cananea: "Sí, Señor, porque aun los perritos comen de las migajas que caída de sus amos'[188]

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