Tertuliano sobre la modestia

su disciplina, a través del instrumento de la predicación; su rigor censor, a través de los juicios que exhibe cada Testamento; y está sujeto a una compulsión externa más constante, que surge de la aprehensión o el deseo del fuego eterno o reino.[6]

Fragmentos dudosos de Hipólito

E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.[138]

Arquelao Actas de la Disputa con el Heresiarca Manes

Pero, ¿qué respuesta les da ese justo Juez y Rey? “Apartaos de mí al fuego eterno, hacedores de iniquidad”[404].

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII "Entonces los impíos irán al castigo eterno, pero los justos irán a la vida eterna"[135]

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Antiguo Testamento