Ver 12. Entonces Jesús les habló de nuevo, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

ALCUINO. Habiendo absuelto a la mujer de su Sill, para que algunos no duden, viendo que Él era realmente hombre, Su poder para perdonar pecados, Él se digna dar más revelación de Su naturaleza divina; Entonces Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy. la Luz del mundo.

BEDE Donde se debe observar, no dice: Yo soy la luz de los ángeles, o del cielo, sino la luz del mundo, es decir, de la humanidad que vive en tinieblas, como leemos, para dar luz a los que se sientan. en tinieblas y en sombra de muerte.

CHRYS. Como habían traído a Galilea como objeción contra Él, y dudaban de que fuera uno de los Profetas, como si eso fuera todo lo que pretendía ser, Yo quise mostrar que Él no era uno de los Profetas, sino el Señor de todo. tierra: Entonces Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: no de Galilea, ni de Palestina, ni de Judea.

AGO. Los maniqueos suponen que el sol del mundo natural es nuestro Señor Cristo; pero la Iglesia Católica reprueba tal noción porque nuestro Señor Cristo no fue hecho sol, sino que el sol fue hecho por Él, ya que todas las cosas fueron hechas por Él. Y por nosotros vino a estar bajo el sol siendo la luz que hizo el sol: se escondió bajo la nube de la carne, no para oscurecer, sino para atenuar su luz. Hablando entonces a través de la nube de la carne, la Luz inagotable, la Luz de la sabiduría dice a los hombres, Yo soy la Luz del mundo.

TEOFILO. Puedes traer estas palabras contra Nestorio: porque nuestro Señor no dice: En Mí está la luz del mundo, sino, Yo soy la Luz del mundo: El que apareció hombre, era a la vez el Hijo de Dios, y la Luz de el mundo; no, como sostiene con cariño Nestorio, el Hijo de Dios morando en un simple hombre.

AGO. Él os aparta sin embargo de los ojos de la carne, a los del corazón, en que añade: El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Piensa que no basta con decir tendrá luz, sino que añade, de vida. Estas palabras de nuestro Señor concuerdan con las del Salmo: En tu luz veremos la luz; porque contigo está el pozo de la vida. Para usos corporales, la luz es una cosa y el pozo otra; y un pozo ministra a la boca, luz a los ojos.

Con Dios la luz y el pozo son lo mismo. El que os alumbra para que le veáis, ése afluye a vosotros para que le bebáis. Lo que Él promete está puesto en tiempo futuro; lo que debemos hacer en el presente. El que me sigue, dice, tendrá; es decir, por la fe ahora, a la vista en el más allá. El sol visible os acompaña, sólo si vais hacia el oeste, adonde va también él; e incluso si lo sigues, te abandonará, en su ocaso.

Tu Dios está en todas partes en su totalidad; Él no caerá de ti, si tú no caes de Él. La oscuridad es de temer, no la de los ojos, sino la de la mente; y si de los ojos, de los ojos internos, no de los externos; no aquellas por las que se distingue lo blanco y lo negro, sino aquellas por las que se discierne lo justo y lo injusto.

CHRYS. No andéis en tinieblas, es decir, espiritualmente no moréis en el error. Aquí alaba tácitamente a Nicodemo ya los oficiales, y censura a los que habían conspirado contra él; como estando en tinieblas y error, y sin poder venir a la luz.

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