He aquí, tienes , &c. Caín acepta la sentencia de Jehová como un destierro de la tierra cultivada. "Y de tu presencia me esconderé", reconoce Caín que el destierro de la tierra, en la que se manifestaba la presencia de Jehová, implicaba la expulsión de la presencia de Jehová. En el desierto al cual había de huir, Jehová no sería hallado: Caín sería escondido de Su rostro. Los primeros israelitas creían que, si un hombre era expulsado de la tierra en la que se adoraba a Jehová, ya no estaba en la presencia de Jehová, sino de otros dioses.

Así dice David, 1 Samuel 26:19 , "me han expulsado hoy para que no me aleje de la heredad del Señor, diciendo: Id, servid a dioses ajenos". El desierto al que sería conducido Caín era una región que se creía que estaba encantada por el demonio Azazel ( Levítico 16:8 ) y espíritus peligrosos.

el que me halle , &c. ¿De quién tenía miedo Caín? Se han dado diferentes respuestas. 1. Las fieras (Josefo). 2. Una raza pre-adamita de Hombre 1:3. Otros hijos de Adán. 4. Se ha sugerido que la presente historia formaba parte de una tradición que originalmente se refería a una época posterior, cuando la tierra estaba muy poblada, y ha sido adaptada, por su significado moral, a la historia de la primera familia.

Pero no es razonable esperar de las narraciones aisladas del folclore primitivo la integridad lógica de la historia. Las palabras de Caín se entienden correctamente como una referencia a la costumbre de la venganza de sangre, que se remonta a la más remota edad prehistórica. La tierra cultivada se consideraba como la región en la que prevalecía el orden social y el respeto por la vida; pero en el desierto no habría ninguna de las restricciones que regulaban la existencia de comunidades asentadas.

En el desierto, Caín, como asesino, estaría destituido de la protección de Jehová. No tendría derechos de parentesco: cualquiera podría matarlo con impunidad. No encontraría una tribu amiga; sería un forajido.

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