24. Y que se pongan el nuevo hombre. Todo lo que se quiere decir es: "Renuévate en el espíritu, o, renuévate dentro o completamente, comenzando con la mente, que parece ser la parte más libre de toda mancha de pecado". Lo que se agrega sobre la creación, puede referirse a la primera creación del hombre, oa la segunda creación, que se efectúa por la gracia de Cristo. Ambas exposiciones serán ciertas. Al principio, Adán fue creado según la imagen de Dios, y reflejó, como en un espejo, la justicia divina; pero esa imagen, habiendo sido desfigurada por el pecado, ahora debe ser restaurada en Cristo. La regeneración de lo piadoso es, como hemos explicado anteriormente (149) , nada más que la formación de la imagen de Dios en ellos. Hay, sin duda, una manifestación mucho más rica y poderosa de la gracia Divina en esta segunda creación que en la primera; pero nuestra perfección más elevada está representada uniformemente en las Escrituras como consistente en nuestra conformidad y semejanza con Dios. Adán perdió la imagen que había recibido originalmente y, por lo tanto, se hace necesario que Cristo nos la devuelva. El diseño contemplado por la regeneración es recordarnos de nuestras andanzas a ese fin para el cual fuimos creados.

En justicia Si la justicia se toma como un término general para la rectitud, la santidad será algo más elevado, o esa pureza que consiste en dedicarse al servicio de Dios. Estoy más bien inclinado a considerar la santidad como una referencia a la primera mesa, y la justicia a la segunda mesa, de la ley, como en la canción de Zacarías,

"Para que podamos servirle en santidad y justicia, todos los días de nuestra vida". (Lucas 1:74.)

Platón establece la distinción correctamente, que la santidad (ὁσιότης) reside en la adoración a Dios, y que la otra parte, la justicia, (δικαιοσύνη,) hace referencia a los hombres. El genitivo, de verdad, (τὢς αληθείας,) se coloca en lugar de un adjetivo, y se refiere a ambos términos; de modo que, mientras se ejecuta literalmente, en la justicia y la santidad de la verdad, el significado es, en la verdadera justicia y santidad. Nos advierte que ambos deben ser sinceros; porque tenemos que ver con Dios, a quien es imposible engañar.

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