30. Y no te preocupes. Mientras el Espíritu Santo mora en nosotros, a él cada parte de nuestra alma y de nuestro cuerpo debe ser dedicada. Pero si nos entregamos a algo que es impuro, se nos puede decir que lo alejemos de hacer su morada con nosotros; y, para expresar esto aún más familiarmente, los afectos humanos, como la alegría y el dolor, se atribuyen al Espíritu Santo. (151) Esfuércese por que el Espíritu Santo pueda morar alegremente con usted, como en una morada agradable y gozosa, y no le dé ocasión de sufrir. Algunos tienen un punto de vista diferente, que entristecemos al Espíritu Santo en otros, cuando ofendemos con lenguaje inmundo o, de cualquier otra manera, hermanos piadosos, que son guiados por el Espíritu de Dios. (Romanos 8:14.) Cualquier cosa que sea contraria a la piedad no solo es desacreditada por los oídos piadosos, sino que apenas se escucha que produce en ellos una profunda pena y dolor. Pero el significado de Paul era diferente parece lo que sigue.

Por quien sois sellados. Como Dios nos ha sellado por su Espíritu, lo afligimos cuando no seguimos su guía, sino que nos contaminamos con pasiones malvadas. Ningún lenguaje puede expresar adecuadamente esta solemne verdad, que el Espíritu Santo se regocija y se alegra por nuestra cuenta, cuando somos obedientes a él en todas las cosas, y no pensamos ni hablamos nada, sino lo que es puro y santo; y, por otro lado, está afligido, cuando admitimos algo en nuestras mentes que no es digno de nuestro llamado. Ahora, que cualquier hombre reflexione sobre la perversa maldad que debe haber al afligir al Espíritu Santo hasta el punto de obligarlo a retirarse de nosotros. El profeta Isaías usa el mismo modo de hablar, pero en un sentido diferente; porque él simplemente dice que "molestaron a su Espíritu Santo" (Isaías 63:10) en el mismo sentido en que estamos acostumbrados a hablar de irritar la mente de un hombre. Por quien sois sellados. El Espíritu de Dios es el sello, por el cual nos distinguimos de los impíos, y que está impreso en nuestros corazones como una prueba segura de adopción.

Hasta el día de la redención, es decir, hasta que Dios nos conduzca a la posesión de la herencia prometida. Ese día generalmente se llama el día de la redención, porque entonces seremos liberados de todas nuestras aflicciones. No es necesario hacer ninguna observación sobre esta frase, además de lo que ya se hizo al exponer Romanos 8:23, y 1 Corintios 1:30. En este pasaje, la palabra sellada puede tener un significado diferente del que generalmente lleva, que Dios ha impreso su Espíritu como su marca sobre nosotros, para que pueda reconocer como sus hijos a aquellos que percibe que llevan esa marca.

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