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24. Cierto que salió de nosotros. Vemos que no hubo respeto de las personas entre estos hombres santos, lo que siempre corrompe el buen juicio y los juicios correctos. Confiesan que había bribones de su propia compañía; y, sin embargo, no los adulan ni, a través del favor corrupto, se inclinan para ocultar su error; sí, más bien al condenarlos libremente, no escatiman ni a sí mismos. Y, primero, arrancan de sus rostros esa cara [máscara] que habían abusado, para engañar con ellos. Se jactaban de estar al tanto del significado de los apóstoles. - (144) Los apóstoles los reprenden y los condenan por y por mentir con esa falsa pretensión, cuando niegan por completo que hayan ordenado tal cosa. Nuevamente, los acusan mucho más severamente, que molestaron a la Iglesia y subvirtieron las almas. Porque por este medio los desprecian y detestan con los piadosos, porque no pueden ser admitidos sino a su destrucción. Pero se dice que los falsos maestros subvierten las almas, porque la verdad de Dios los edifica o edifica, y por eso este discurso contiene una [esta] doctrina general, a menos que voluntariamente hagamos que nuestras almas se alejen de los templos sagrados. Fantasma, y ​​a menos que deseamos su ruina, debemos tener cuidado con aquellos que nos alejan del evangelio puro. Lo que ellos dicen que toca el cumplimiento de la ley solo se aplica a las ceremonias, aunque siempre debemos recordar, que sí lo hicieron en las ceremonias; que [como si] tanto la salvación como la justicia de los hombres consistieran en ello. Porque los falsos apóstoles ordenaron que se los guardara, como si la justicia viniera de la ley y la salvación dependiera de las obras. -

Se apostolorum mentem tenere ," que conocían la mente de los apóstoles.

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