17. Incluso en su ley está escrito. El argumento podría parecer, a primera vista, débil, porque ningún hombre es recibido como testigo en su propia causa. Pero debemos recordar lo que ya he dicho, que el Hijo de Dios (217) debería ser excluido del número ordinario de otros hombres, (218) porque él no es un particular, ni realiza sus propios negocios privados. En cuanto a distinguirse de su Padre, al hacerlo se adapta a la capacidad de sus oyentes, y eso a causa de su cargo, porque en ese momento era un siervo del Padre, de quien, por lo tanto, afirma que toda su doctrina ha procedido.

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