Estera. 12:32. "No le será perdonado, ni en este mundo ni en el venidero". Algunos pecados pueden no ser perdonados en este mundo, pero son perdonados en el mundo venidero. Dios no manifiesta su perdón en este mundo, sino que es provocado a veces por la grave caída de los piadosos, en gran medida para ocultar su rostro mientras viven. De modo que para siempre irán colgando sus cabezas, incluso a sus tumbas. Dios a veces inflige juicios que duran tanto como la vida, y su gozo y consuelo anteriores ya no se restauran al grado acostumbrado hasta que mueren.

Estera. 12:49-50

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