Con el cuarto capítulo comienza la segunda división principal de la Epístola. Como en otras epístolas de Pablo, la declaración doctrinal es seguida por la aplicación práctica del deber. Al mismo tiempo, las consideraciones doctrinales se introducen de nuevo de punto en punto en apoyo de los deberes ordenados. La sección exhortatoria comienza con la fervorosa recomendación de una vida conforme a la vocación cristiana, con especial referencia a la necesidad de humildad, amorosa consideración y unidad.

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Antiguo Testamento