La inferencia del pasaje citado es obvia, εἰς παιδείαν ὑπομένετε, “es para el entrenamiento que soportáis (sois llamados a soportar), como hijos Dios os trata”. [προσφέρεται es común; como en Jenofonte, οὐ γὰρ ὡς φίλοι προσεφέροντο ἡμῖν; y en Josefo, ὡς πολεμίοις προσεφέροντο.] Sus sufrimientos son evidencia de que Dios los considera Sus hijos y los trata como tales; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige? τίς γὰρ υἱὸς … similar en forma a Mateo 7:9 , τίς ἐστιν ἐξ ὑμῶν ἄνθρωπος; εἰ δὲ χωρίς.

… Mientras que si no recibieron tal trato, si estuvieran libres de esa disciplina de la cual todos (los hijos de Dios) se han vuelto partícipes (como se ilustra en el capítulo 11), entonces en este caso son bastardos y no hijos; su libertad de la disciplina que Dios otorga uniformemente a sus hijos probaría que no eran hijos genuinos.

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