En consecuencia, cuando llega a Jesús, sólo tiene tiempo de caer a sus pies y exclamar, en palabras de Marta, Κύριες… ἀδελφός. La vista de Jesús, ἰδοῦσα αὐτόν, produjo una demostración de dolor más vehemente que en Marta. Cf. Cicerón, en Verrem , Juan 11:39 . "Vino a mi encuentro y ... se acostó a mis pies en la miseria, como si pudiera sacar a su hijo del inframundo". Wetstein.

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Antiguo Testamento