Ella cayó a sus pies, - Cuando María se acercó a Jesús, se postró a sus pies y se expresó como lo había hecho Marta, solo que lloró mientras hablaba. Su aflicción se describe, aunque en pocas palabras, pero en las más naturales y patéticas; y su postración realizada sin reservas ante los judíos, es un ejemplo notable de la alta veneración que tenía por Cristo; y su recepción de la adoración divina sin ninguna corrección o reserva, es una prueba de su Deidad suprema.

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