versión 5. Pasando, pues, de tales viudas y sus familias a aquellas a quienes deseaba insistir más particularmente en la atención de Timoteo y de los oficiales de la iglesia, el apóstol dice: Pero la que es viuda en verdad (una viuda en pleno y sentido propio), y desolada, ha puesto su esperanza en Dios, y permanece en súplicas y oraciones noche y día: ha perdido, en cierto modo, todo lo que tenía en la tierra, y ahora todo lo busca de lo alto.

La Ana que se menciona en el umbral de la historia del evangelio puede tomarse como uno de los mejores tipos de la clase, ya que está escrito de ella que “no se apartaba del templo, sino que servía a Dios con ayunos y oraciones noche y día. ” No debe suponerse, por supuesto, que en todos los casos de esta descripción la vida entera debía dedicarse a la oración y otros ejercicios religiosos; porque esto sería comúnmente imposible, e incluso cuando fuera posible no sería el curso de acción más provechoso.

Para preservar la salubridad de su tono y su capacidad para un servicio eficiente, la mente requiere variedad de empleo; y en todos los casos ordinarios, el desempeño de los deberes relativos en medio de los asuntos y ocupaciones de la vida no sólo puede, sino que debe estar siempre intercalado con actos de piedad. Por lo tanto, se observará, las expresiones temporales están en genitivo (νυκτὸς καὶ ἡμέρας), indicativo del cuándo más que del cuánto tiempo; no durante la noche y el día, sino tanto de noche como de día un hábito firme y regular de devoción. Las súplicas y las oraciones (δεήσεσιν καὶ ταῖς προσευχαῖς) no deben distinguirse claramente entre sí.

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