Despierta, mi gloria - Por la palabra "gloria" aquí algunos entienden la lengua; otros entienden el alma misma, como la gloria del hombre. La "palabra" se refiere correctamente a lo que es importante o importante; entonces, cualquier cosa valiosa, espléndida, magnífica. Aquí parece referirse a todo lo que David consideraba glorioso y honorable en sí mismo, sus más nobles poderes del alma, todo en él que "podía" ser empleado en la alabanza de Dios. La ocasión fue una en la que era apropiado poner en práctica todos sus poderes; todo lo que era noble en él como hombre. Las palabras "despertar" son equivalentes a "despertar"; un llamamiento solemne para presentar todos los poderes del alma.

Despertar, salterio y arpa - Con respecto a estos instrumentos, vea las notas en Isaías 5:12. El instrumento denotado por la palabra "salterio" - נבל nebel - era un instrumento de cuerda, generalmente con doce cuerdas, y se tocaba con los dedos. Vea las notas en Salmo 33:2. El "arpa" o "lira" - כנור kinnôr - también era un instrumento de cuerda, que generalmente constaba de diez cuerdas. Josefo dice que fue golpeado o jugado con una tecla. De 1 Samuel 16:23; 1Sa 18:10 ; 1 Samuel 19:9, sin embargo, parece que a veces se jugaba con los dedos.

Yo mismo me despertaré temprano - Es decir, me despertaré temprano en la mañana para alabar a Dios; Me despertaré del sueño para hacer esto; Dedicaré los primeros momentos, temprano en la mañana, a su adoración. Estas palabras no implican que se tratara de un salmo vespertino, y que él se despertaría al día siguiente, al día siguiente, para alabar a Dios; pero se refieren a lo que pretendía que fuera su hábito general: dedicar la madrugada (excitándose a tal efecto) a la alabanza de Dios. Ningún momento del día es más apropiado para la adoración que la madrugada; Ningún objeto es más digno de despertarnos de nuestro sueño que un deseo de alabar a Dios; de ninguna manera se puede comenzar el día más apropiadamente que con oración y alabanza; y nada conducirá más a mantener la llama de la piedad, la vida de la religión en el alma, que el hábito de dedicar la madrugada al culto a Dios; a la oración a la meditación elogiar.

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