Todos los días de Adán fueron novecientos treinta años. Las largas vidas de los hombres en la antigüedad, aquí registradas, también son mencionadas por autores paganos. Y así fue sabiamente ordenado, tanto para el mayor crecimiento de la humanidad, y la reposición más rápida de la tierra en las primeras edades del mundo, como para la preservación y propagación más eficaz de la verdadera religión y otros conocimientos útiles, que, antes la invención de las letras, sólo podía ser transmitida por el canal de la tradición.

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