Les dijo otra parábola con el fin de ilustrar aún más el progreso del evangelio en el mundo y de la verdadera religión en el alma. El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer escondió , es decir, cubrió; en tres medidas de harina que parece haber sido la cantidad que solían hornear de una vez; hasta que todo estuvo leudado Porque aunque la levadura pareció perdida por un tiempo en la masa de masa, secretamente la atravesó mediante una fermentación rápida, aunque casi insensible. Así se difundirá el evangelio en el mundo y la gracia divina en las almas de los hombres, influyendo y asimilando su espíritu y conducta.

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