Les suplico, como extraños, etc.— "En consideración, pues, a estos distinguidos favores que Dios les ha concedido, les suplico y exhorto sinceramente, mis queridos hermanos, a que se consideren extranjeros y peregrinos sobre la tierra, que están viajando hacia un país mejor; y les suplico, como tales, que renuncien y se mantengan alejados de todos esos trabajos internos de inclinaciones sensuales, afectos desordenados y deseos de cosas terrenales, que surgen de la corrupción de la naturaleza y se esfuerzan por el cuerpo; y son contrarios a la libertad, la paz y el honor, la pureza y la santidad de sus almas renovadas; y están comprometidos en una guerra perpetua contra ellos, y hacen todo lo posible para contaminarlos, perturbarlos, atraparlos y destruirlos ".

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