La espada. - No aparentemente la daga que llevaban los emperadores romanos, sino, en sentido estricto, "la espada". “Llevar la espada” parece ser una frase griega reconocida para expresar el poder de los magistrados. Fue llevado ante ellos en procesiones y en otras ocasiones importantes.

De este pasaje se desprende claramente que las Escrituras sancionan la pena capital. Al mismo tiempo, no se excluye su abolición, como tampoco se excluyó la abolición de la esclavitud, si el desarrollo gradual del principio cristiano parece exigirlo. Si la pena capital debe abolirse o no, es una cuestión para juristas, publicistas y estadistas. El teólogo, como tal, no tiene la decisión de ceder en ninguno de los dos sentidos.

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