(21-22) Tal era la condición del mundo hasta la venida de Cristo. Pero ahora, en contraste con el estado de cosas anterior, ha aparecido en escena un nuevo sistema. En este sistema, la ley se deja completamente de lado, aunque el sistema en sí mismo fue anticipado y atestiguado por esos mismos escritos en los que se encarnó la ley. La ley ahora es reemplazada, el gran fin de la ley, la introducción de la justicia, se cumple de otra manera, es decir, mediante la fe en Cristo, por la cual se sobreinduce un estado de justicia sobre todos los creyentes.

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