Versículo 23. Nacer de nuevo. Porque ser nacido de la simiente de Abraham no servirá para entrar en el reino de los cielos.

No de simiente corruptible. Por ninguna generación humana, o medio terrenal; sino de incorruptible , un principio divino y celestial que no está sujeto a decaer ni a ser afectado por los cambios y azares a los que están expuestas todas las cosas sublunares.

Por la palabra de Dios.  Δια λογου ζωντος Θεου· Por la doctrina del Dios vivo, que permanece para siempre ; cuya doctrina nunca cambiará, como tampoco lo hará la fuente de donde procede.

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