Versículo 7. Pero rechaza las fábulas profanas y de viejas... Esto parece referirse particularmente a los judíos, cuyos escritos talmúdicos están repletos de las fábulas más ridículas y profanas que jamás hayan deshonrado el intelecto humano. Puede aplicarse con igual propiedad a las leyendas de la Iglesia romana. Que cualquier hombre lea el Aurea Legenda, y encontrará fábulas profanas y de viejas que pueden estar, con considerable propiedad, columna por columna con el Talmud. Véase la Vida de San Patricio de Joselín para ver los milagros, sin rima ni razón, abundantemente más numerosos y más estupendos que todos los necesarios realizados por Jesucristo y sus apóstoles. Esto es suficiente para persuadir a un hombre de que el Espíritu de Dios tenía en cuenta estas mismas corrupciones y esta Iglesia corrupta en particular.

Ejercítate más bien en la piedad... Para entender esta expresión es necesario saber que el apóstol alude aquí a los ejercicios gimnásticos entre los griegos, que estaban destinados a ser una preparación para sus concursos en los juegos públicos. Lo hacían para obtener una corona corruptible o que se desvanece, es decir, una corona de hojas, que era la recompensa de los que vencían en esos juegos; Timoteo debía ejercitarse para la piedad, a fin de estar preparado para el reino de los cielos, y recibir allí una corona que no se desvanece. Véanse las notas sobre1 Corintios 9:24 , etc. 1 Corintios 9:24

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