Versículo 14. Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen... Como el discurso anterior ha versado sobre las viudas más jóvenes, y esto es una deducción del mismo, es muy evidente que por las mujeres más jóvenes el apóstol se refiere a las viudas jóvenes. A éstas las considera no aptas para el oficio del diaconado femenino, por lo que les pide que se casen, eduquen a los hijos y se dediquen por completo a los asuntos domésticos. Aquí el apóstol, lejos de prohibir las segundas nupcias, las ordena positivamente o al menos las recomienda. ¿Y qué hombre sensato podría haber hecho lo contrario en los casos que menciona? No es pecado en ningún caso casarse, tener hijos y cuidar de una familia; pero es pecado en todos los casos ser personas ociosas, chismosas, charlatanas, entrometidas, escudriñando y detallando los secretos de la familia, etc. El buen sentimiento, puesto por un hábil poeta y piadoso divino en boca de los niños pequeños, no puede ser mal aplicado a multitudes de mujeres, madres y abuelas: -

"Mira cómo la pequeña abeja ocupada

Mejora cada hora brillante

Y recoge miel todo el día

¡De cada flor que se abre!

En las obras de trabajo o de habilidad,

Deberíamos estar ocupados también

Porque Satanás encuentra alguna travesura, todavía

para que las manos ociosas lo hagan". DR. WATTS.

El adversario... Cualquier persona, ya sea judía o gentil, que pueda estar buscando una ocasión para reprochar, a través de la mala conducta de sus profesores, la causa del cristianismo.

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