Por tanto, quiero que las mujeres más jóvenes se casen, tengan hijos, guíen la casa, no den ocasión al adversario de hablar con reproche.

Ver. 14. No deis ocasión al adversario ] El diablo o sus instrumentos, cuyas bocas a menudo toma prestados para blasfemar y burlarse, que también buscan con tanta diligencia una ocasión para hablar mal de la profesión como un perro busca un hueso; se entrometen más en cada aborto espontáneo que Labán en las cosas de Jacob.

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