Versículo 24. Los pecados de algunos hombres están abiertos de antemano... Al nombrar hombres para cargos sagrados en la Iglesia, entre los candidatos Timoteo encontraría,

1. Algunos que no sabían nada, sino sólo que profesaban el cristianismo; que los tales sean probados antes de ser nombrados.

2. Algunos de cuya fe y piedad tenía pleno conocimiento, y cuya utilidad en la Iglesia era bien conocida.

3. Algunos cuyas vidas no estaban reformadas en absoluto o sólo parcialmente, que seguían sin cambios en sus corazones, y sin santidad en sus vidas.

Los pecados de estos últimos eran conocidos por todos; así que con ellos no podía tener ninguna dificultad. Con los de la primera clase debía tener más dificultad, pues podía haber hipócritas entre ellos, cuyos pecados no podían conocerse hasta después de haber entrado en el oficio sagrado. Los caracteres de todos debían ser investigados completamente. Los pecados de algunos, antes de esta investigación, podrían ser tan manifiestos como para llevar de inmediato εις κρισιν a la condenación. Los pecados de otros podrían ser descubiertos después, o como consecuencia de esta investigación; y los que fueran de otra manera no podrían ser ocultados por mucho tiempo de su conocimiento, o del conocimiento de la Iglesia. Por todo ello, la exhortación es necesaria: No impongas las manos repentinamente a nadie.

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