Verso 26. Airaos, y no pequéis... οργιζεσθε, aquí, es lo mismo que ει μεν οργιζεσθε, SI TE ENOJAS, no peques. No podemos suponer que el apóstol entregue esto como un precepto, si tomamos las palabras tal como están en nuestra versión. Tal vez el sentido sea: "Tened cuidado de no enojaros, para que no pequéis", pues sería muy difícil, incluso para el propio apóstol, enojarse y no pecar. Si consideramos que la ira implica simplemente disgusto, entonces hay una multitud de casos en los que un hombre puede estar inocentemente, sí, loablemente enojado; porque debería estar disgustado con todo lo que no es para la gloria de Dios, y el bien de la humanidad. Pero, en cualquier otro sentido, no veo cómo las palabras pueden ser tomadas con seguridad.

Que no se ponga el sol sobre tu ira... Es decir: Si te enfadas con alguien, procura que el fuego sea expulsado con la mayor rapidez de tu seno. No te vayas a dormir con un sentimiento poco amable o poco fraternal; la ira, continuada, puede producir malicia y venganza. Ningún temperamento de este tipo puede consistir en la paz de la conciencia y la aprobación del Espíritu de Dios en el alma.

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