(15) Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol (l) sobre vuestro enojo;

(15) Él nos enseña cómo refrenar nuestra ira de tal manera que, aunque nuestra ira es feroz, no estalla, y que se apaga sin demora antes de dormir. Y esto es para que Satanás no aproveche la ocasión para darnos malos consejos por medio del malvado consejero y destruirnos.

(k) Si sucede que estás enojado, pero no peques, es decir, refrena tu ira y no hagas impíamente lo que has concebido impíamente.

(l) No dejes que la noche venga sobre ti en tu ira, es decir, haz expiación pronto, por todos los asuntos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad