Verso 15. Tus pies calzados... Los κνημιδες, o grebas, ya han sido descritos; se consideraban de importancia esencial en la armadura antigua; si los pies o las piernas están materialmente heridos, un hombre no puede estar de pie para resistir a su enemigo, perseguirlo si es vencido, ni huir de él si tiene lo peor de la lucha.

Que el apóstol tiene en vista la obediencia al Evangelio en general, no puede haber duda; pero parece tener más que esto, una disposición a publicar el Evangelio: porque, ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas noticias, del que publica la PAZ; del que trae buenas noticias del bien, del que publica la salvación; del que dice a Sión: Tu Dios reina!  Isaías 52:7 ; Romanos 10:15 . A los israelitas se les ordenó comer la pascua con los pies calzados, para mostrar que estaban listos para su viaje. Y nuestro Señor manda a sus discípulos que se calcen con sandalias, para que estén listos para ir a publicar el Evangelio, como los israelitas debían ir a poseer la tierra prometida. Todo cristiano debe considerarse a sí mismo en su viaje desde una tierra extraña a su propio país, y no sólo estar cada momento preparado para proceder, sino estar cada momento en progreso real hacia su hogar.

La preparación del Evangelio... La palabra ετοιμασια que traducimos como preparación, se entiende de diversas maneras: algunos piensan que significa una disposición habitual para caminar en el camino prescrito por el Evangelio; otros, esa firmeza y solidez que el Evangelio da a los que creen conscientemente en sus doctrinas; otros, esas virtudes y gracias que en la primera siembra del cristianismo eran indispensables para los que lo publicaban.

Si tomamos la palabra preparación en su acepción común, puede implicar que, por una creencia consciente del Evangelio, recibiendo la salvación provista por su autor, y caminando en el camino de obediencia que es señalado por él, el alma es preparada para el reino de los cielos.

El Evangelio es llamado el Evangelio de la paz, porque establece la paz entre Dios y el hombre, y proclama la paz y la buena voluntad al universo. Las contiendas, los conflictos, las peleas y todas las guerras son tan ajenas a su naturaleza y diseño, como opuestas a la naturaleza de Aquel que es amor y compasión para el hombre.

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