Verso Hebreos 8:13Él ha hecho el primer viejo... Es decir: La ha considerado anticuada y sin vigencia.

Lo que decae y envejece... Aquí se alude a las leyes antiguas, que o bien habían perecido de las tablas en las que estaban escritas por la vejez, o habían caído en desuso, o habían sido abrogadas.

Está a punto de desaparecer... εγγυς αφανισμου. Está a punto de ser abolido. Dionisio de Halicarnaso, hablando de las leyes de Numa, que habían sido escritas en tablas de roble, dice: ας αψανισθηναι συνεβη τω χρονω. "que había perecido por la vejez". Y la palabra αφανιζειν se utiliza para expresar la abolición de la ley. El apóstol, por lo tanto, da a entender que el antiguo pacto estaba a punto de ser abolido; pero se expresa con cautela y ternura, para no dar una ofensa innecesaria.

CUANDO el apóstol dijo: Todos conocerán al Señor, desde el más pequeño hasta el más grande, bajo el nuevo pacto, tenía abundante autoridad para decirlo de los mismos rabinos. En Sohar Chadash, fol. 42, se dice: "En los días del Mesías se renovará el conocimiento en el mundo, y la ley se aclarará entre todos; como está escrito,  Jeremias 31:33, Todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande". Encontramos la siguiente leyenda en el Midrash Yalcut Simeoni, parte 2, fol. 46: "El santo Dios bendito se sentará en el paraíso y explicará la ley; todos los justos se sentarán ante él, y toda la familia celestial se pondrá de pie; y el santo Dios bendito se sentará, y la nueva ley, que ha de dar el Mesías, será interpretada."

En Sohar Genes, fol. 74, col. 291, encontramos estas notables palabras: "Cuando los días del Mesías se acerquen, incluso los niños pequeños de este mundo descubrirán las cosas ocultas de la sabiduría; y en ese tiempo todas las cosas serán reveladas a todos los hombres."

Y en Sohar Levit, fol. 24, col. 95: "No habrá tiempo como éste hasta que venga el Mesías, y entonces el conocimiento de Dios se encontrará en todas las partes del mundo."

Hoy se cumplen todos estos dichos en nuestros oídos: la palabra de Dios se ha multiplicado; muchos corren de un lado a otro, y el conocimiento se ha incrementado; todas las naciones de la tierra están recibiendo el libro de Dios; y los hombres de todos los climas y de todos los grados: los partos, los medos y los elamitas; los habitantes de Mesopotamia, de Judea, de Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto, de Libia; los forasteros de Roma, los judíos y los prosélitos; los cretenses y los árabes; los americanos, los indios y los chinos, oyen, en sus propias lenguas, las obras maravillosas de Dios.

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