Verso Hebreos 9:11 . Pero viniendo Cristo como sumo sacerdote de las cosas provechosas... Creo que éste y los versículos siguientes no se han traducido felizmente: en efecto, la división de ellos ha conducido a una traducción errónea; por lo tanto, deben tomarse juntos, así: Pero el Cristo, sumo sacerdote de los bienes (o servicios) que habían de venir, por medio de un tabernáculo más grande y más perfecto, no hecho de mano, es decir, no de la misma hechura, entró una vez para siempre en el santuario; habiendo obtenido para nosotros la redención eterna, no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, Hebreos 9:13Porque si la sangre de machos cabríos, de toros y de terneros, y las cenizas de una novilla, rociadas sobre los impuros, santifican para la purificación de la carne,  ( Hebreos 9:14 ), ¿cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras muertas, para que adoréis (o podáis adorar) al Dios vivo?

En la traducción anterior he añadido, en Hebreos 9:13 , τραγων, de los machos cabríos, con la autoridad de ABDE, de otros tres, del siríaco, del árabe de Erpen, del copto, de la Vulgata, de dos copias de la Itala y de Teodoreto. Y he traducido ειςτολατρευειν,  ( Hebreos 9:14 ,) PARA adorar, o PARA QUE ADORE; porque éste es el significado de estas partículas ειςτο en muchas partes del Nuevo Testamento. Ahora haré algunas observaciones sobre algunas de las principales expresiones.

Sumo sacerdote de los bienes... O de los servicios, por venir, των μελλοντων αγαθων. Es el Sumo Sacerdote de la Cristiandad; oficia en favor de toda la humanidad; pues por él se ofrecen a Dios todas las oraciones, alabanzas y servicios de la humanidad; y siempre aparece en la presencia de Dios por nosotros.

Un tabernáculo más grande y más perfecto... Esto parece significar la naturaleza humana de nuestro Señor. Aquélla, en la que habitaba toda la plenitud de la Divinidad corporalmente, estaba adecuadamente tipificada por el tabernáculo y el templo, en ambos de los cuales habitaba la majestad de Dios.

No hecho con manos... Aunque el cuerpo de nuestro Señor era un cuerpo humano perfecto, no se produjo por generación natural; su concepción milagrosa justificará suficientemente las expresiones utilizadas aquí por el apóstol.

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